Corredores de la muerte de mis lamentos xx siempre cotizando al alza. Me gusta porque me despeñan al vacío que se llena después de una sabia esperanza... Fruto nacido del apareamiento de la nada con un destino casi siempre incierto y sombrío. Escucha... En la yema de un rayo entre la punta extrema de su látigo, -ese que nunca sabes hacia donde irá- y su estruendoso zumbido/cajón desastre cascado, mojado, tocando a rebato... Allí te espero cuando mires al cielo por última vez.